
Hoy he escuchado una teoría que distingue a los seres humanos en dos tipos: leones y hienas. Básicamente, los leones lo forman un grupo reducido de «privilegiados» que son los «reyes de la jungla» y han logrado esta condición por unas cualidades que la naturaleza les ha proporcionado y que les permite tener más privilegios que el resto y conseguir todo lo que se propongan. Las hienas serían el resto de mortales, que privados de esos dones deben luchar y hacerse un hueco para conseguir ascender muy lentamente en la larga y estrecha escala social.
Esta teoría tiene ciertas similitudes con las premisas del Marxismo originario; se diferencian quizá en que el capataz no controla los medios de producción, sino que concentra en su persona la sabiduría, el poder y la suerte, pudiendo disponer de ellos a su antojo.
Visto de esta forma todo el mundo querría ser un león, pero hay que tener en cuenta el gran inconveniente: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», o como dice la Biblia: se te pedirán cuentas de tus talentos.
Por desgracia o por fortuna, yo no me puedo considerar un león y tampoco estoy seguro de querer serlo, así que me tendré que conformar con encarnar a la hiena; pero eso sí, no una hiena que se conforme con los restos de carne de los cadáveres que se encuentra a su paso, sino una hiena que quiere comer el jamón serrano, el lomo adobado, la ternera asada, el pollo frito y las hamburguesas con queso…
«Near the village, the peaceful village, the lion sleeps tonight.»
Hoy mi canción es: «The Lion Sleeps Tonight» The Tokens
Ser hiena, tal y como lo describes, tiene la ventaja de que no tenerlo todo es lo que le da a la vida sabor. La necesidad agudiza el ingenio e ingeniárselas para conseguir algo es lo más divertido de la vida. Justo hoy he visto un descapotable delante de mi universidad con la L en un lado… y he pensado que ese «pobre león», no sabrá nunca lo que es ganarse algo… visto así, ¡me apunto contigo a la jauría de hienas!
Por cierto, ¡sigue así con el blog! Enhorabuena
Teresa P.
Hola Dani ya ves que me estoy aficionando a tu blog.
Se me ocurre otra observacion interesante sobre el tema. El león macho, poderoso y a veces prepotente acaba sus días solo y sin nadie a su lado mientras que las hienas mueren en el seno de la manada, con sus parientes más cercanos, lo coges ¿no?
Y otra es que un león puede con una hiena, pero contra una manada huye.
Si te digo la verdad, prefiero ser hiena.
Un abrazo.
Ser león no tiene que ser necesariamente malo, porque no es una cuestión únicamente económica o de carácter, sino que tiene algunas cualidades como espíritu de liderazgo, seguridad en sí mismo y mucha ambición. Por eso no todo el mundo puede ser león.
Viéndolo así, yo te vería a ti también un poco leona, Teresa 😉 Y aunque ser hiena pueda ser más divertido, pienso que también es más duro y exige un mayor sacrificio. En fin, un besazo Teresa y gracias por comentar.
Bueno Fer, ya era hora de que aparecieses por mi blog. ¡Bienvenido! Creo que con tantas hienas podríamos hacer un ejército. 😉 Un abrazo y te espero en Fallas!
Hola otra vez!!!
Sólo una cosa: bien pensado el mundo necesita leones y hienas, porque en la sociedad se necesitan líderes, y esto es lo que son los «leones».
Un abrazo y ya te dire cuando aparezco por allí dw
Veo que le vas cogiendo el gustillo a comentar…;) y me alegro, gracias! Quizá esa sea la solución, un equilibrio entre leones y hienas que den cierta estabilidad a este mundo de locos. Hasta pronto!
jajaja. En realidad dio fruto la teoría de Cris. Sigo pensando que eres un león con la humildad de una hiena…1besote
Ya ves, a veces de la cosa más pequeña e insignificante pueden surgir horas y horas de disertación. Gracias por comentar. Un besazo!