No recuerdo bien cuándo lo noté por primera vez, ni tampoco qué ha provocado que todo se precipite hasta llegar a la situación en la que estamos, que sin duda, no la deseo.

Paso las horas pensando dónde estuvo el error: fue una palabra a destiempo, un gesto falto de tacto, quizá un descuido de dudosa involuntariedad o tal vez aquella vez en la que agoté su paciencia al no avisarle de que iba a llegar tarde a la cena.

Puede ser que no sea sólo eso, seguramente serán varias cosas o todas ellas en conjunto, también es posible que el motivo sea algo de lo que ni siquiera me acuerde o no me diese cuenta al hacerlo o fuese malinterpretado o ni siquiera sucediese.

Las palabras huyen de nuestros labios cuando estamos cerca, el teléfono se ha vuelto frío y distante, las caricias se han convertido en ásperos roces, los besos nos saben a plástico.

¿Qué fue de aquellas tardes en las que nos anochecía sentados entre el vapor de los tés aromáticos y cafés dublineses? ¿Quién nos robó aquellas conversaciones sobre la vida, el sufrimiento y el porvenir?

Sin embargo, yo creo que esto no acaba aquí, no puedo evitar pensar que tendremos una segunda oportunidad, porque igual que las heridas cicatrizan, a las nubes las arrastra el viento y los árboles reverdecen en primavera; también el tiempo irá borrando lentamente las manchas que perturban nuestra convivencia.

Quién sabe si ese día será mañana o dentro de un mes o un año. Quién sabe si después de seguir cada uno su camino en la vida, cuando nos encontremos a las puertas de la vejez y nuestras diferencias hayan prescrito, nos reunimos fortuitamente paseando por un parque de Londres o en un bazar en El Cairo o en una conferencia en Chicago, y nos contamos cómo fue nuestra aventura particular en la vida.

Tarde o temprano llegará ese momento, pero qué triste habría sido no haber compartido y disfrutado de esos momentos estando juntos.

Lo que la amistad ha unido, que no lo separe el amor.

«Dónde, en qué momento, en qué palabra se deja de querer;
dónde, en qué lugar, por qué razón se deja de sentir»
Hoy mi canción es: «Dónde» Conchita

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