Habría recorrido apenas 12 años de una vida en la que se empezaban a vislumbrar los problemas que van incluidos de serie en el proceso de producción de un futuro hombre hecho y derecho. Comenzaban a asomarse los primeros pelillos del bigote, su voz en plena fase evolutiva, traicionaba de vez en cuando con algún tipo de sonido descontrolado; las imperfecciones faciales tardarían algún tiempo más en hacer acto de presencia. Interiormente era consciente de que ya no era el mismo niño que fue pocos años atrás: cada vez tenía más responsabilidades, no sólo en casa sino también en el colegio. Pero ahora no quería pensar en ello: era verano y estaba de vacaciones.

Todos los años sus padres planeaban un viaje de esos en los que te pasas el día caminando de aquí para allá mirando museos y buscando lugares camuflados dentro de mapas desorientadores. Él solía aburrirse mucho, si le dejasen elegir se iría a algún hotel a pie de playa, con piscina, televisión por cable, campos de tenis y esas cosas… pero no era el caso.

Este año decidieron hacer un tour por Italia, visitarían Milán, Turín, Florencia y finalmente Roma. Fue precisamente en la ciudad eterna donde la vio por primera vez…

Quiso el capricho del destino, la mano de la Providencia o el simple azar, que durante un instante los objetivos de ambos aparatos se enfrentaran, y fue entonces cuando notaron la presencia del otro. A través de la pequeña pantalla de la videocámara pudo observar cómo el rostro de aquella chica esbozaba una sonrisa cargada de simpatía, al tiempo que espetó un «hola» que le produjo un extraño sentimiento de familiaridad, después de tantos días oyendo hablar solamente italiano.

– ¿Eres española?
– Si, vivo en Madrid.

Él le devolvió la sonrisa. Por primera vez en su vida tuvo una sensación rara, incluso incómoda, por el simple hecho de hablar con una chica. Ella tenía algo, ¿sería la profundidad de su mirada a través de sus ojos esmeraldados?, ¿quizá el brillo de su pelo ondulado por la suave brisa veraniega? Debía de ser algo más hondo, algo que lograba paralizar sus sentidos. Fue la primera vez que se enamoró…

«Amores, tan extraños que vienen y se van, que en tu corazón sobrevivirán,
son historias que siempre contarás sin saber si son de verdad…»
Hoy mi canción es: “Son amores” Laura Pausini

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